La noria

Reloj de arena, noria, montaña rusa... da igual, pisa fondo, toma impulso y vuelta a empezar.

No es la misma historia sino la historia en si misma, una historia por aceptar.

Ya estoy de nuevo con vosotros.

Como el Guadiana, oculto, pero vivo y alegre, recorre su camino entre las oscuras carreteras del submundo para despertar en el calor del Sur que le abraza y el río, sinuoso, fertiliza el entorno.

Un Universo de experiencias que contar.

Nuevo disfraz desnudo me cubre, barroco y transparente.

Ahora curva, luego recta, qué más da...

Solo es cuestión de estar alerta.

Algunos dirían que la vida me sonríe...

Lo admito con una mirada viva y traviesa.

Sin embargo, tal vez soy yo ahora quien sonríe y la vida me devuelve esa sonrisa.

¡Gracias!